Madre de Dios

 

«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa «Dios-con-nosotros»». Mt 1, 23.

Imagen realizada por imaginero D. Israel Cornejo Sánchez, con las siguientes características:

Imagen a tamaño natural de 165 cm de altura aproximadamente, con manos abiertas en actitud dialogante, cabeza inclinada hacia la izquierda y mirada baja con rasgos semíticos con marcado rictus de dolor y belleza propia de la Madre de Dios. Cara ovalada con boca entreabierta con suspiro de exhalación, barbilla tersa, ojos hinchados por el llanto y cejas con forma de “S” para transmitir honda pena. Peinada con raya central con rodete en la nuca recogiendo el pelo y dejando ver los dos pabellones auditivos. Torso tallado con forma anatómica femenina y candelero de forma ovalada para ser vestida al gusto. Manos en madera de cedro, entrelazadas para tener una actitud orante y suplicante ante el Señor de la Humildad.

Talla de madera de cedro para cabeza y manos, siendo aparejada y estucada para policromía al óleo a usanza del Siglo de Oro, pestañas de pelo natural y lágrimas de cristal.

Por su parte, para articulaciones, torso y candelero se utilizarán madera de pino tapizada, con sus correspondientes herrajes y agujeros para una correcta sujeción en altar de cultos como en andas procesionales.

Eres, la flor que renace,
entre estrellas y luceros,
esparciendo tú esencia
por la tierra y el cielo.

Eres, el amanecer celeste,
la semilla del anhelo,
el aliento que florece,
la ilusión que no perece.

Eres, la claridad de la noche,
el auxilio sin reproche,
la lágrima que se esconde,
en la tristeza mañanera.

Eres, la luz que se busca
bajo varales de plata,
y ese suspiro que delata,
tu tristeza que lenta muere.

Eres, el cobijo despretino
con destellos que rebosan,
y por las calles la mas dolorosa
con espinas de triste lamento.

Eres, el amor que duele y quema,
la brisa, el pétalo y el sentir,
la Humildad y Silencio gentil
del alma que muere por Ti.

Al dolor de la Madre de Dios. D. Miguel de la Torre Padilla, 2014.

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